martes, 7 de febrero de 2012

No importa cuanto tardes, te esperare.

¿Donde están los pantalones verdes que te solías poner los sábados por la noche?
¿Donde se quedaron aquellas fotos de mil noches alocadas iluminadas por la sonrisa ebria que vestías? ¿Y tu forma de pensar? ¿Y la de sonreírme hasta cuando no era necesario?.

Tu no eras como las otras chicas, eras especial. Tenias ese brillo en la mirada que dejaba ver que querías vivir tu propia vida. Alocada y con millones de defectos que apenas te importaban mostrar porque eras pura y sin complejos, con esa chipa de vitalidad que cualquiera necesita. Tu, sola en este mundo, me enseñaste a darme cuenta que no hay nadie mas que nosotros mismos a nuestro lado y que nunca nos fallaremos por mal que le pese al resto. Y ahora, estas ahí, estando sin estar, intentando buscar una respuesta a tus problemas y demostrando que eres tan grande como las demás.

¿Qué paso con aquellos cuentos infantiles que me leías antes de dormir?
¿Y con aquel beso en la frente, con el de buenas noches?
Se perdieron. Igual que la luz en tus ojos, la sonrisa en tus labios y la alegria en tu cara.
Dejasteis de sonreir y tu corazon se ensombrecio.

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